El Aire

¿Por qué la Ciudad de México pasó en una semana de tener el mejor aire y la visión más amplia en la cuenca a una contingencia ambiental de más de 48 horas? La respuesta es mucho más compleja porque atañe a  diferentes actores con visiones antagónicas en temas políticos, económicos y sociales.

 

La política de la Ciudad para la movilidad de los ciudadanos es mala y sigue demostrando que la inversión en infraestructura debe ser completa  para el transporte público. El auto ha muerto y los mensajes son claros:

Mientras más autos rueden en la calle, mayores niveles de contaminantes habrá,  sin detenernos en el impacto en el medio ambiente que es mayúsculo. La combustión de combustibles fósiles continua aumentando y  los gases invernadero incrementando la temperatura de la ciudad. La respuesta debe ser mucho más contundente que un simple cambio de tecnologías de verificación.

 

 

La política de movilidad debe ser ambiciosa  y tener una visión de desarrollo. La población que se traslada 3horas para trabajar y 3 horas para regresar a su casa, pierde tiempo, su calidad de vida disminuye y contamina. El trabajo debe ser de fácil acceso y para ello debe haber un cambio igual de radical en las políticas de planeación urbana. El uso mixto de zonas residenciales tiene como consecuencia un mejor de vida y la construcción de un tejido social mucho más democrático y justo. Se ha comprobado en países de Europa pero también en América que si los usos y cualidades del suelo se mezclan, respetando los límites sanos del desarrollo, el resultado es un crecimiento constante, mejor calidad de vida y menos contaminación.  El mejor ejemplo hasta ahora: Medellín. Habrá que analizar otras visiones y posibles soluciones para que la Megalópolis no muera asfixiada.

La salud de los habitantes de la ciudad ha caído y solo los ciudadanos que reclamen un cambio radical en las políticas públicas de transporte,  movilidad  y uso de suelo traerán como consecuencia un mejor nivel de vida de la población. ¿Será la ciudad resiliente, nuevamente? ¿O permanecerá esperando a que sople el viento?

Previous
Previous

Transporte público de calidad, Ya!

Next
Next

Comentarios sobre la Resiliencia.